de Sopa de Ajo y Mezcal

Florencia Walfisch



Cuando el mundo era enorme
como la antesala de un mundo vacío sin alas ni valles
sin regiones de tierra y sin el aire en el corazón y los ojos
sin tu voz abriéndome el cuerpo como un desesperado gesto de vida

en mi vida cuando emborrachaba de ahogo mi corazón maduro y mis

dos tetas
firmes testigos de tu oscuridad que se disuelve
en el tiempo sin duración sin regiones y sin aire

cuando el mundo era la enorme antesala del mundo
y tu voz se abría paso entre mí como por entre el único
sitio possible aunque
incierto.


*



Cruza una plaza. un hombre devora sus pies y se atraganta. da gritos de hombre en medio de la oscuridad. ella ya no puede andar sino con su pensamiento. suena una música como de medianoche y llueve. su entrepierna se llena de soles. en sentido figurado. en sentido estricto, de humedades. su corázon se alimenta del recuento de cosas profanas. se manda a hacer una falda negra y recta. imagina que en los pliegues de lo que falta hay lo que queda. tiene en sus manos una valija vacía. está inmensa de juventud y esa es su vejez. atraviesa desnuda una plaza. su corazón derrama una sangre blanca. el viento le roza los restos de la humedad de entonces. los labios de él gritaron cuando llegó la noche. cuatro hombres le dijeron eres fuego, eres de fuego. oaxaca ya no llueve.


*



Acuesta la geografía de su memoria hasta la próxima hora. viaja en el tiempo subterráneo de las palabras un cuerpo. siempre la duración se escurre para escribir para alguien. dibuja descalza un hombre, una mujer descalza, unos zapatos desnudos. sus otras voces tropiezan en el ascenso de lo otro. no hay imagen en la imagen que recorre. es la duración de la persona en su sí mismo. es la voz que cambia para decir ahora yo.


*



Pinto, sobre la superficie blanca sumo la descomposición de lo ausente. el color como

un gran mar donde acuesto la necesidad primera de lo que ignoro. despierto en el lejano lugar donde todavía soy presa de los sueños. destilo lo que trabaja en la noche por mí. lo que trabaja en mí, conmigo. con la memoria de lo que intento. sobre la superficie blanca sumo la descomposición de lo ausente.


*



De a poco el sol define sombras. hilo invisible de lo que evoca y ausente vuelve en su piel como durando. la marcha lenta y segura hasta la mitad. luego, imperceptible, el declinar del día que regresa. el interior se ríe de su identidad de sombras. el interior se ríe de tanta complicidad. después la oscuridad es la ilusión de diluvio. de disolución. cuerpo que toma su identidad en lo sólido hasta hacerse semilla. semilla reventando su horizonte hasta brote. brote hasta grito. abismo en el sonido, corte. lo herido reorganizándose en retoño hasta inundación. (la inundación quebrando todos los bordes del mar).