de La noche

Ennio Moltedo

3

Daremos la vuelta al mundo. Marchando. Solamente como ejercicio. En forma preparatoria. Por una razón u otra. Porque el nuevo año. Porque nadie nos puede tomar en serio. Unicamente como espectáculo. Como gran-hoy.

Cansador, es cierto. Pero unos mueren y otros gatean. Además, mientras el mundo se preocupa de reinos totals, nosotros marchamos, siempre, desinteresados, a compás. Sin compás, como se sabe y se repite, no hay éxito possible. Entrar a vernos. Absolutamente cuadrados y planchados. La vista sobre el horizonte. Tragando viento, nubes, fronteras de goma. Siempre la vista fija y marcando la tarjeta.

El molde. La misma hechura. Sin decir palabra—prohibido—, sin escuchar ninguna, sin destino, hollando el nacimiento mismo y rumbo a la pantalla de otro mundo. Marchando los hombres hacia donde los hombre no existen.


 

  
7

Sentencias definitivas no aparecen en estas páginas en tanto no sean previamente publicadas en diario de la autoridad—como fuerza manda y horizonte desaparece.
 

 

 
13

Hay que pagar por todo.
Quién soy yo para perdonar en medio de la avenida musical ?
Hay que pagar aquí, sobre el mesón o en pantalla—usted elige su libertad y perilla—
pero se paga hoy sobre la tierra, por mucha flor y césped en rollo y por metro, aunque
parezca regalo natural que nace de un punto en el espacio y que avanza y crece hasta llegar a taparnos la nariz (¿ cómo es possible idear algo tan hermoso ?)

 

 

16

Por motivos políticos la autoridad desterró al poeta. Ya viejo se le hizo saber que si daba muestras de arrepentimiento le sería permitido volver a la patria.

Nunca, contestó Dante.

Por siglos Florencia ha solicitado a Ravena la devolución de los restos del poeta y esta ciudad ha contestado siempre igual : Nunca.

Nunca seremos capaces de contestar nunca.


 

 
18

Acrata, nihilista, anarco, nombres y sólo un padre para este hijo que regresa desnudo y viejo, en bicicleta, con publicidad colgada en la espalda.


 

 
24

El corazón general no late. Pero existe.
Lo que podemos llamar—en momentos sentimentales—el corazón colectivo no es la suma de los corazones individuales. El corazón general es un artefacto único y quien lo encuentra puede darse por muerto.


 

 
29

1937 : Madrid, Ridruejo, poeta fascista, se pasa al bando republicano ; no por ello mejoran sus versos, y los mismo sucede aquí y ahora, 1997.


 

 
30

Constantino : te hago saber que fue dividida la ciudad. El lado norte continúa con su barrio pobre, el paseo de estudiantes entre las palmas, los gritos del mercado y el trajín de carretas que compiten con el tren que marcha por encima del mar.

La avenida de los dioses binominales indica, hacia el sur, el inicio de otro Valparaíso depositado por mano gigante donde torre y boca abierta de concreto babean poder inútil desde los espacios del reino de « mongo ».

Constantino : sólo en sueños, a través del arco del triunfo es posible imaginar otra vez el cerro azul y alguna nube que cruza libremente nuestro tiempo antiguo.




 
32

El regreso del demonio. ¿Pero es cierto ?
Consulte, examine. Habrá argumentos serios, políticos, teologales, en la agencia.
El cambio de color de cadáver le dirá que sí y cómo se alcanzó la reconciliación en plena capital de la capital.
Se juntarán las manos, ojos en blanco, se arrastrarán capas y corbatas. Alguno dirá qué diablos, ya se despachó a los niños en provincia y hay que vigilar su ingreso a esta ciudad de casa y metro donde campea el mercado azul de sangre seca, en polvo, en panes sobre cada altar o esquina, allí donde usted se refleja y se somete a todo dominio y come y saluda y hace zalemas con la esperanza de ser invitado alguna vez al refectorio de la molida piltrafa—¡diablos!


 

 
54
 
Empezó en el colegio. Vendía la fruta, el pan a sus compañeros. Luego lápices, elásticos, esponjas.
Hoy, entre aplausos, vende el país ; por partes, por zonas, verdes o árides, azules arriba o abajo, y vendería a su madre si la tuviera.
Madre nueva necesita para ser vendida de una vez por todas.


 

 
55

La iguana guardó silencio durante años y ahora se relame y señala a quienes deben desaparecer—estéticamente hablo—, a quienes autorizan para morder el fruto y quienes pueden mostrar al público su arte si éste ha sido vendido conforme a plantilla y decálogo.

Al que atreve a opinar por mí y dice protegerme de la noche, de las flores del mal, del exceso de luz, y desde la torre se ocupa de consejos, arriba o abajo del potro, mal para niños, para el país–y aquí nace la « O » de Vicente–, bien para el bien del mal, favor cerrar el pico. Favor de conectarse directamente con su personal manguera. Favor de ir a cacarear a su privada cuenta, plataforma o cofradía. Favor abandonar meditaciones y sambenito bajo la cama. Favor pasarse vídeo y temores por su propia funda y ojetillo moral.


 

 
90

La noche parecía día : la luna. La luna parecía un sol : la noche. Impossible saber la hora, el lugar, las razones entre tanto foco y sombra.
Desperté sin saber dónde. Tuve que contar con los dedos. Tuve que llamar por teléfono.
Con la lengua.

Miente el director, el acusado, el médico.
Mienten con cara propia y formada y el defensor explica que se trata sólo de opiniones y que así y así sopla la bandera.


 

 
113

Los esperamos en la orilla azul. Vengan de todas los rincones. Vengan de todos los rincones.
Vengan de todos los rincones. Vengan traperos, santeras, gitanos, mendicantes, cuenteros, promocionantes, mandaderos, vergonzantes, pedigüenos, etcétera.
El mar los desnuda y se lleva la mugre.