de Cardiopatías

Oriette D'Angelo

Caracas, sé que encontraré mi nombre en tu falta

El que con plomo viene, con plomo se va.
—FAMASLOOP

Caracas es una mujer con el pecho lleno de balas. Soy extranjera junto a tanto plomo. Nos observa el mito del volcán dormido, se burla de nosotros por incapaces. La ciudad de los padres y de los abuelos. La Caracas entre los dientes que no queremos soltar. La del torrente congestionado. Ciudad a la que temo. Esa, la de comunidades en forma de avalancha que presume ser comuna, la de las arterias tapadas. Caracas, oxígeno sin tanque y sala de emergencia de todos los días. Morgue. La de los hierros. La que no quiero ser cuando me vaya y que no quiero que me sea.

Caracas, única mujer que obliga a quererla mientras te apunta en la sien.





Demasiado hueso, demasiado calcio

Nada sabemos del final hasta que nos quebramos.

Las costillas sólo suenan cuando se rompen. Le pedimos al amorser puente sobre barrancos y ahí nos quedamos, en la suspensión. Siempre pensé que tu boca tendría sabor a aspirina. [angina de pecho. sensación de estrangulamiento localizado que dura quince minutos antes del infarto.] Dejarte fue aliviar la sensación de una muerte repentina. Dejarte fue tan fácil como cualquier herida que se cura con alcohol. Unos minutos para ser pasado, para ser el muerto-de-alguien, para ser la-carga-del-otro. Lanzarse al vacío fue siempre cosa mía. [y me quebré.] Demasiado hueso, demasiado calcio. Había tanto que quebrar que decidiste quererme poco. Me dejaste con el cuerpo hinchado de árboles. Con la imaginación fracturada. Le pedí a nuestro amor que fuera un puente sobre un barranco, pero sólo fue una medida preventiva para no caer al vacío tan pronto.
 



Quince minutos para ser póstumo
For Yani

Ciudad de accidentes cardiovasculares. Avenidas como venas rotas de tanta grasa. Ciudad de misiles en dos ruedas. Ciudad de Yani Conte asesinado. Sueño incompleto sin poder dormir. Dicen los cuchillos que un hombre es un delito común, que un asesinato impune es prontuario negligente. ¿Han visto alguna vez una mancha de sangre en el concreto? Se asemeja a una mancha de aceite, pero más espesa, más humilde que el petróleo, más sincera. Todo lo de Yani se quedó póstumo, y en lo póstumo, él no deja de cantar. Los cuchillos dicen lo que la ciudad calla y aun así hablan más de la cuenta. Salgo a la calle y veo a un asesino en cada hombre. Una puñalada / dos puñaladas/seis puñaladas. No hay número exacto en las variables del duelo. El cuerpo roto hace entender la cobardía del ataque: la raja inexacta del asesino inexperto. El lugar de la coincidencia: la Caracas extraviada. Tres y cincuenta y cinco. Cuatro y diez de la mañana. Quince minutos para ser póstumo. La otra parte de la historia está borrada por la huida.

Cobardía se escribe con [C] de Caracas. Una mano asesina es una huella adulterada, un ADN intervenido. Quince minutos y Yani Conte no dice. Sólo queda una ciudad para tragar en seco y recordar.



 

Síndrome delictivo

Síndrome, del griego συνδρομή. suscripción. síntoma de cuadros asíntomáticos. salir o no salir. encerrarse para que no te maten. morir encerrado, del griego πεθaνω κλειδωμενο. Enfermedad de disparos y círculos viciosos. Patología de un país en ruinas. Autismo ciudadano. Síndrome de Amok disfrazado de bandera [sin suicidio], con ánimos de destrucción. plan diseñado para la supervivencia.

Matar y morir por un paquete de harina. matar y morir por un celular inteligente. matar y morir porque te metes en mi vida. matar y morir porque me caes mal. matar y morir porque no tienes cáncer y debes morir [igual], al lado de lo que te dejo, si no te lo quito.

Síndrome de bandera rota y astillada. Síndrome de nación petrolera llena de gasolina en los oídos. Síndrome de vergüenza nacional. Síndrome de un país que calza completo en la lista de enfermedades sin vacuna encontrada. Síndrome de rodilla en tierra y manos al aire. Síndrome de nacional cansado y aburrido. de protesta cansada y aburrida. de ladrón sediento y aburrido. Síndrome de todo lo que somossin lo que somos porque no tenemos nada, de plaqueta rota en hospital porque no hay insumo y de vacuna mortalsin prescripción porque todavía somos gente y merecemos seguir intentando. Síndrome terminal de nación acabada en una guerra que no somos y que merecemos por ser nosotros, los del Caribe con el sol en la espalda y la playa de frente.

Somos el barco en el cual nadie zarpa, y sin antipaís conocido para resguardarnos.

 



En caso de incendio, rompa el vidrio

Un pasado roto no es nada.

Al final te das cuenta de que nunca estuvo entero del todo
—Manolo García

Tic-tac en los dedos. Eres una unidad convencional no permitida. [manecilla rasgada.] El vacío de un nombre. Pertenencia ausente. Mi pasado roto. La caja torácica carcomida por los perros. Designación vagabunda.

Sueño que me quemo en tu regazo. Sueño que el incendio es un amorío cruel junto a una jauría. Sueño que me salvasmientrasme dejas calcinada, en ese campo crematorio que hiciste cuerpo. En caso de incendio, rompa el vidrio. En caso de incendio, rompa en llanto. Muera a tiempo. Busque refugio, que donde hay tres nunca hay nadie que lo salve.